Inspiración que debe renacer en los jurisconsultos mexicanos.

La inspiración que debe renacer en la mente de los nuevos jurisconsultos mexicanos. "El único peligro para México es el "partidi...

La inspiración que debe renacer en la mente de los nuevos jurisconsultos mexicanos.

"El único peligro para México es el "partidismo y el presidencialismo".

Considero que lo más grave del sistema partidista y presidencialista es que al parecer cada sexenio es un "volado", a ver si sale bueno o si sale malo, según si toca cara o cruz.

 Es insensato y hasta cruel pensar que la vida de millones de mexicanos dependa de un "volado" sexenal. Si sale bueno, malo o regular tenemos que soportarlo durante 6 largos años. Y no sé tú, pero desde que tengo uso de razón, cada presidente que nos toca ha sido de malo a malísimo. Cada vez roban más, cada vez venden más al país, cada sexenio dejan más endeudado al país, cada vez son más ricos los ricos y más pobres los pobres. Cada vez hay menos clase media, que es la que sostiene a cualquier país, y la deuda externa crece a niveles exhorbitantes.

 Pienso que no se trata si conoces o no a familiares o amigos de los candidatos, si te cse bien uno u otro, bien si es representante de partido o de otro. Finalmente todos los aspirantes excepto Marichuy. Todos ellos, por el simple hecho de participar en el partidismo, los hace cómplices de todos los atracos, desvíos y despilfarros que hacen ellos y sus colegas. Recordemos que todos los partidos apoyaron las "reformas estructurales". Ninguno de ellos se puede hacer de la vista gorda, negando inocentemente que no se pudieron percatar de las inmensas corrupciones que suceden impunemente a su alrededor, sin importarles un bledo, que desangren económicamente y moralmente al país. Ellos no van a cambiar, nosotros, la sociedad civil somos los que debemos de cambiar.

 Yo pienso que la única solución que nos queda es cambiar el sistema decadente electorero que prevalece en todo el país, y cambiar nuestro sistema de gobierno a uno que funcione mejor que el sistema de partidos que finalmente es un sistema político extranjero, impuesto en México, en determinado período de la historia.

 El tema es que si existen otras opciones. Por ejemplo los que hemos estudiado la historia preamericana en nuestro continente llamado Anáhuac por los pueblos originarios, sabemos que prevaleció el Concejo Superior de Gobierno, durante milenios, y para sorpresa de muchos, ha sido el sistema democrático más avanzado que ha dado la humanidad.

 Cabe recalcar que la revolución agrícola en la China de Mao se inspiró en el sistema de democracia ascendente del Calpulli anahuaca, después de que se hiciese la traducción al idioma mandarín, la obra de Romerovargas Yturbide. Afortunadamente existen muchos brotes en donde podemos distinguir la recuperación del autogobierno en el país. Uno de los casos más famosos y que ha inspirado a muchos pueblos es el pueblo de Cherán en el estado de Michoacán, ya que logró deshacerse de los partidos políticos, y ahora se gobiernan sabiamente por un Concejo Ciudadano legalmente registrado al amparo del Artículo 39° constitucional. Afortunadamente existen muchos estudios e información sobre el tema.

 El punto ahora es si en realidad queremos y debemos buscar una solución definitiva, o bien, seguir arriesgando el bienestar de millones de mexicanos, de acuerdo a la suerte que depare el destino y de acuerdo a la cara en que caiga la moneda cada seis años. Una gran mayoría de pueblos originarios del país desean regresar a sus usos y costumbres ancestrales sobre la manera de tomar desiciones y administrar los recursos de la comunidad. Tal vez tenemos aún mucho que aprender de los pueblos anahuacas, y considerar que autores famosos como Smith, Marx o Engels, nunca consideraron la milenaria historia de éste continente y se atrevieron a establecer paradigmas universales como por ejemplo plantea El Capital de Marx, libro favorito de los de izquierda.

 Aquí en el Anáhuac, durante miles de años se desarrollaron civilizaciones asombrosas, y sin ninguna necesidad de dividirse y partirse entre derechas e izquierdas. En la mayoría de los pueblos del Anáhuac, prevaleció el sistema de meritocracia, y eso permitía que el Estado de Derecho Consuetudinario fuera debidamente administrado y vigilado por los hombres y mujeres más sabios y prudentes de sus respectivas comunidades. No quiero decir con ello, que volvamos a usar plumas o taparrabos, sino a estudiar y analizar seriamente la posibilidad de modificar el sistema partidista que tanto daño hace a nuestro país, y porque es la herencia más importante y valiosa que nos legaron los ancestros de éste continente.

 El Sistema de Gobierno de los Pueblos del Anáhuac, es pues, la inspiración que debe renacer en la mente de los nuevos jurisconsultos mexicanos.

Mauricio Macewal



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