Empatía no significa ser bueno. Puedes ser empático con alguien y después matarlo.

Giacomo Rizzolatti, en la facultad de medicina de la Universidad Autónoma de Madrid P.  ¿Es siempre un mecanismo de tipo neurológic...



Giacomo Rizzolatti, en la facultad de medicina de la Universidad Autónoma de Madrid

P. ¿Es siempre un mecanismo de tipo neurológico?





Empatía significa entrar en el mismo estado, no ser buenos. Los sádicos  reconocen muy bien el dolor del otro, pero sienten placer 

R. Empatía significa entrar en el mismo estado, no ser buenos. Este es el error que hacen algunos, cuando dicen que hay que empatizar. Sí hace falta empatizar, pero también hay que actuar bien después. Uno puede ser empático con alguien y después matarlo. El ejemplo del sádico es ese.
También pasa en la vida familiar. Cuando alguien tiene a su madre enferma de Alzheimer o arterioesclerosis y, aunque la quiera, la lleva a un centro de mayores, donde va a estar peor que en casa. Sabe que ella lo pasa mal y la quiere, pero no se puede vivir todo el tiempo así. Es un mecanismo de defensa.
P. Entramos en el ámbito de los misterios del cerebro humano. ¿Quedan muchos?
R. Sí, muchísimos. Desde el punto de vista médico, por lo que se refiere a las enfermedades psíquicas, todavía estamos envueltos en el misterio. La psiquiatría ha avanzado mucho, pero los fármacos curan los síntomas, no la enfermedad. Y después el otro gran tema es: ¿qué es la consciencia? Ahí prefiero no entrar porque honestamente no sé. Solo creo que todo lo que se ha contado sobre la consciencia es muy superficial.
P. ¿El mecanismo espejo se puede replicar en un robot?
R. Aquí hay dos cuestiones. Seguramente se puede replicar el mecanismo de la imitación, se ha intentado y yo creo que es posible. Pero el aspecto emocional es muy difícil, ¿cómo puede sentir emociones un robot? Se puede crear un robot que parece que siente emociones, por ejemplo que se pone rojo en determinados momentos, pero en realidad no siente nada. Creo que el problema de la inteligencia artificial choca con esta cuestión básica humana y quizás también animal. Se pueden crear procesos de tipo integrativo, cognitivo, pero no fenomenológicos. Y no me refiero a la imitación, que es un mecanismo parecido pero más fácil de replicar, porque allí no está la componente emotiva.
P. Las nuevas tecnologías influyen cada vez más en nuestra vida.
R. La relación entre las personas es fundamental, tanto para la felicidad individual como para desarrollar una personalidad normal. Hay experimentos, que se hicieron sobre todo en Japón, que demuestran que es mucho más fuerte una emoción de verdad vivida en el teatro que, por ejemplo, en el cine, y por lo tanto esto también vale para Skype. Estas, de alguna manera, son emociones menores. No estoy convencido de que alguien sin relaciones verdaderas de amistad o de amor con otra persona es feliz y le puedan bastar las relaciones por Skype. Creo que no es suficiente.





Hay experimentos que demuestran que es mucho más fuerte una emoción vivida en el teatro que en el cine, y por lo tanto esto también vale para Skype

P. ¿Quizás sea por esos mecanismos físicos de los que hablaba antes?
R. A lo mejor sí, porque el mecanismo físico es muy importante. Somos animales físicos, no puros espíritus.
P. Usted suele decir que la solidaridad es la base de nuestra convivencia y está en nuestra naturaleza biológica. ¿Las tecnologías no pueden ayudar en conectarnos entre nosotros?
R. Igual si se usan bien pueden conectar, pero diría que más bien desconectan antes que conectar. Es decir, se genera una pseudoconexión. Claro, el uso práctico es muy útil, pero olvidar a los demás por esa maquinita [el móvil] es un poco negativo. Diría que la respuesta depende de si se habla de uso práctico o uso afectivo. El uso afectivo me parece negativo.
P. Se dice que uno de los grandes problemas de la sociedad occidental contemporánea es la soledad.
R. Sí, es muy cierto. Y creo que es por la falta de ese mecanismo. Si una madre ya no se interesa mucho a su hijo sino a hablar por teléfono con las amigas, la relación se enfría un poco. También entre novios, si usted ve a una pareja de paseo y los dos están hablando por teléfono con unos amigos, no sé donde está la relación.
P. ¿Tendríamos que autolimitarnos en el uso de las tecnologías?
R. Sí, creo que sí, sobre todo los jóvenes, que tienen que crear relaciones que duran en el tiempo. A mí me asusta un poco, sobre todo al pensar en las relaciones entre madre e hijo o entre novios. En ese momento uno debería estar enamorado del otro, estar pendiente de lo que hace el otro, no hablar por móvil con amigos.
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